
Sarita es una señora de 50 años. Vivió la mayoría de sus años de matrimonio dedicada a sus hijos y al cuidado de su hogar. Mientras los niños iban a la escuela, ella trabajaba con esmero en la confección de vestidos para vender a algunas pocas clientas que aparecían por aquí y por allá. No había tiempo para siestas, "el tiempo del día debía aprovecharse en cosas útiles".
Cuando los hijos crecieron comenzó a trabajar fuera del hogar. Trabajar, trabajar, trabajar para sentirse útil. Después de pocos años llegó el momento de regresar a casa y una gran pregunta brotó: "¿Ahora qué?, ¿será posible que pueda dedicarme a sembrar mi jardín sólo por placer?".
Sembrar no era una tarea "útil" según los estándares de Sarita, no generaba dinero, no hacía ningún aporte significativo a la economía de su hogar, no era algo que ayudara a las personas a vivir mejor, o que contribuyera a la comunidad a la que pertenecía de manera especial. Sembrar, era simplemente la posibilidad de disfrutar en contacto con la tierra y consigo misma.
¿Por qué algunas personas sienten una pasión extraordinaria por ver brotar el fruto de la tierra y recibir vitalidad de este proceso, y, sin embargo, reprimen su pasión durante años para hacer aquello que es "útil"?
La pregunta en un proceso terapéutico sería, "¿útil para qué o para quién?"
La terapia de juego ayuda a las personas a centrarse en sí mismas y entender que, al final, una persona que disfruta es una persona más feliz; una persona disfruta cuando se ama a sí misma, y si se ama a sí misma también es capaz de amar y procurar el disfrute de los demás.
Jugar es lo mismo que darse permiso de disfrutar, de hacer sin temor, de hacer por placer y compartir con otros el deleite de lo que le ha sido dado en la vida de forma natural. Es atreverse a ver la tierra (el corazón) y esperar hasta que brote de ella todo fruto bueno y agradable de la convivencia humana.
Si parte de cuando uno crece es dejar de lado el disfrute de la vida, por ende, los adultos también podemos aprender a disfrutar más de la vida, a tráves del juego...
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